Pocas personas pueden darse el lujo de decir que terminaron su día feliz. No porque no lo hayan sido, sino porque les cuesta acordarse de ese pequeño momento que les dio felicidad en ese día. O creen que es algo cotidiano y no le dan la importancia que se merece.
Sin embargo, la Psicología y más precisamente la corriente positiva señala que hay que escribir antes de dormir tres momentos felices de ese día. Sólo tres. No debe ser muy difícil, pensamos. Y a la hora de escribir no encontramos las palabras, nos da fiaca o simplemente no se nos ocurren esos momentos.
No tienen que ser muy largos o importantes. Sólo esos instantes que te alegraron el día. Por ejemplo: en el día de hoy encontré la canción para hoy: Pink Floyd «We no need education» (VIDEO). Porque esa canción y no otra. No lo sé. Pero, sentía que era la ideal para un día como hoy.
Segundo, empezar una nueva actividad. Y, en mi caso, tiene relación con lo que estudie y además es para una fundación. Es una sensación inexplicable que se te pase el tiempo volando y trabajando. Muy pocas veces me había pasado y no voy a dejar que me deje de pasar cada vez que avance con este nuevo proyecto. Lo mejor de todo es que le estoy dando forma, con mucha ayuda de parte de ellos, obviamente. Y va tomando buen camino, por suerte.
Y por último y por ahora. Seguir leyendo un libro que me tiene adicta, no sólo por la historia sino por las preguntas, cuestionamientos y reflexiones que siguen rondando en tu cabeza por varios minutos e incluso horas. El famoso libro se llama «No me iré sin decirte adonde voy» de Laurent Gounelle, el cual fue regalo de cumpleaños de una amiga.
Listo. Tres puntos positivos del día. Tres momentos que me hicieron feliz hoy. Tres puntos que dejaron una marca en mí y tres que hacen valer al día por si mismo.
Fuente de imagen: http://www.lsf.com.ar/libros/73/no-me-ire-sin-decirte-adonde-voy/